A short narration about our experience in Jaipur
We pass through the archway into the old city, a wide pink arch that holds cars, tuk-tuks, motorbikes, and even elephants strolling through Jaipur. As we cross, the “Pink City” unfolds before us. Small chai stalls perfume the corners with the scents of cardamom, cinnamon, clove, ginger, and milk, blending into a sweet and spicy aroma that surrounds us.
Jaipur is the capital of Rajasthan, India’s largest state. Its wide streets branch into narrow alleys that hide small shops and restaurants. The city, famous for its palaces, lakes, and stunning textiles, is painted entirely in shades of pink.
Today, the skies are clear, and the city is in a festive mood. It’s Makar Sakranti, the Kite Festival, and we’re heading to a rooftop to witness the thousands of kites rising into the sky in celebration of the harvest season.
From above, we can see the yellow colors of the Aravalli Hills, a mountain range home to jaguars, monkeys, and other wildlife. The air is dry, the temperature pleasant, and a light breeze flows. The family hosting us serves hot, homemade chai and brings out large trays of pakoras and samosas. To finish, we savor Gajak, a winter sweet made with ground sesame seeds that melts in your mouth.
Rajasthani cuisine is renowned for its bold and spicy flavors, inspired by the region’s arid landscape. On this trip, we’ve noticed that while the names and ingredients of dishes remain the same, the flavors vary. This is because each cook has their own recipe, their unique way of seasoning, using spices, and creating blends. Some dishes are spicier, while others are more pronounced with cumin or turmeric. Every plate is unique, flavorful, and special.
Few people know that Rajasthan also boasts a wide variety of sweets that change with the seasons and weather. The monsoon, with its long rains, tastes of Gulab Jamun, with its soft dough, sweet syrup, and cardamom. Winter is marked by the flavors of Gajak and Moong Dal Halwa, a lentil-based dessert that warms the body in the cold and is said to bring good luck.
Jaipur is a joyful place, rich with rituals and celebrations. Makar Sakranti is just one of the many festivals celebrated throughout the year. Each month brings a reason to celebrate, all infused with the same spirit of embracing life through pleasure and beauty.
There are countless sites to see and visit: the City Palace, the Nahargarh fort, the Jantar Mantar astronomical observatory, the Johri Bazaar, and many more magical places. Each site has its own story, its guiding deities, its unique colors, and its rituals. Each is ancient and one of a kind.
We fly kites until the sun sets. As night approaches, the colorful paper diamonds are replaced by lanterns. The lights rise, adorning the deep blue sky with small glowing orbs that drift away with the wind. The day comes to an end.
A Day in Jaipur:
- Breakfast: Café Kothi
- Visit: City Palace
- Lunch: The Johri
- Visit: Jantar Mantar
- Sunset: Nahargarh – Country House
- Dinner: Agora Café or Niros
Design Places and Museums:
- Nila House
- Anokhi Shop
- Anokhi Museum
- Jaipur Modern – Store
Must-Do Experiences:
- Enjoy a chai at Tapri and savor its many tea options.
- Eat Paan, a mix of refreshing spices typically enjoyed after a meal.
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~ Español ~
Nuestra experiencia en Jaipur. La mágica ciudad rosada contada desde la percepción y los sentidos.
Cruzamos el arco de entrada a la ciudad antigua, un arco rosado y amplio que le da lugar a todos los autos, tuc-tucs, motos e incluso elefantes que pasean por Jaipur. Al cruzar, la “ciudad rosada” se abre ante nosotros. Pequeños puestos de chai perfuman las esquinas; cardamomo, canela, clavo, jengibre y leche se mezclan en un olor dulce y picante que nos envuelve.
Jaipur es la capital de Rajasthan, el estado más grande de la India, sus calles anchas se dividen en estrechos callejones que esconden pequeñas tiendas y restaurantes. La ciudad, famosa por los palacios, los lagos y la belleza de sus textiles, está pintada toda en tonos rosados.
Hoy el día está despejado y las personas están de fiesta. Es Makar Sakranti, el festival de las cometas y vamos camino a una terraza para poder ver las miles de cometas que se elevan en el cielo en celebración del inicio de la cosecha.
Al llegar vemos desde lo alto el amarillo de las montañas Aravalli, una cadena de sierras donde viven jaguares, monos y otros animales salvajes. El aire es seco, la temperatura es agradable y corre una ligera brisa. La familia que nos recibe nos sirve chai casero caliente y nos acerca grandes bandejas con pakoras y samosas. Para terminar comemos Gajak, un dulce de invierno hecho con ajonjolí molido que se derrite en la boca.
La comida Rajastaní es popular por sus sabores fuertes y picantes inspirados en el paisaje árido de la región. En este viaje nos hemos dado cuenta de que, aunque los nombres y los ingredientes son los mismos, los sabores siempre cambian. Esto se debe a que cada persona que cocina tiene su propia receta, su única forma de sazonar, de usar las especias y de generar una mezcla. Algunas preparaciones son más picantes que otras, otras tienen un sabor más fuerte a comino o cúrcuma, cada plato es único, sabroso y especial.
Pocos saben que también existen una gran variedad de dulces que cambian según la estación y el clima. El monsoon, con sus largas lluvias, tiene el sabor del Gulab Jamun, su masa suave, el almíbar dulce y el cardamomo. El invierno tiene el sabor del Gajak y del Moon Dal Halva, un dulce de lentejas que calienta el cuerpo para resistir las bajas temperaturas y que además trae buena suerte.
Jaipur es un lugar alegre, lleno de ritos y festejos. Makar Sakranti es solo uno de los muchos festivales que se celebran al año en la ciudad, cada mes tiene su motivo de celebración y cada una se hace con el mismo ánimo y deseo de celebrar la vida desde el placer y la belleza.
Hay muchos sitios para ver y visitar: el City Palace, la casa de campo Nahargarh, el observatorio astronómico Jantar Mantar, el bazar de Johri, son algunos de los muchos lugares mágicos para conocer. Cada espacio tiene su historia, sus dioses que guían, sus propios colores y rituales. Cada uno es único y milenario.
Se va acercando la noche. Elevamos las cometas hasta que se va el sol, luego, ya en la oscuridad, reemplazamos los rombos de papel colorido por linternas. Las luces se elevan y visten el azul oscuro del cielo con pequeñas luces que se alejan con el viento. Es el fin de un día.
Un día en Jaipur:
Desayuno: Cafe Kothi
Visita: City Palace
Almuerzo: The Johri
Visita: Jantar Mantar
Atardecer: Nahargarh - Casa de campo
Cena: Agora Café o Niros
Lugares y museos de diseño:
Nila house
Anokhi shop
Anokhi museum
Jaipur Modern - Store
Algo imperdible:
Tomar un chai en Tapri y disfrutar sus múltiples opciones de té.
Comer Paan, una mezcla de especias refrescantes para después de comer.